Que nos encanta que nos escuchen, está claro. Cuando alguien nos escucha con atención refuerza nuestra autoestima, haciéndonos sentir importantes y apreciados pero, ¿estamos dispuestos a escuchar?

Escuchar implica ser generoso, dejar de pensar en tí y centrarte en el otro.

Vivimos una vida tan acelerada que parece que no tenemos tiempo para escuchar y continuamente nos olvidamos de la importancia que una sincera “escucha activa” tiene para mantener buenas, felices y saludables relaciones personales.

Así que desde OpenUp te proponemos que durante todo el día de hoy te vistas de auténtica escucha.

Haz público tu compromiso con el mundo y ponte, de forma real o figurada, la camiseta “Te escucho” OpenUp.

Y, muy importante, acompaña tu mensaje escrito “Te escucho” de una auténtica, generosa y sincera actitud de escucha que desde ahora mismo te proponemos practicar con:

  • Tus hijos. Cuando tu peque vaya a repetirte por cuarta vez consecutiva la misma pregunta y tú estés a punto de mandarlo cariñosamente callar… ponte la camiseta, acaríciale y escucha.

  • Cuando te llame aquel amigo que hace tiempo no ves y piensas que es un poco pesado, antes de decirle que no tienes tiempo para hablar ni verle… ten un gesto de generosidad hacia él, ponte la camiseta y escucha.

  • Cuando estés a punto de evadirte de la conversación con tu madre porque sientes que ya está a punto de soltarte el mismo rollo de siempre… ponte la camiseta, mírala con cariño a los ojos, y escucha.

  • Cuando tengas un conflicto con alguien, que te gustaría resolver… toma la iniciativa, vístete con la camiseta y escucha, pues seguro que con una auténtica actitud de escucha estarás abriendo la puerta al entendimiento y a la solución de vuestro problema.

  • Cuando estés dispuesto a decirle a tu compañero de trabajo, con el que no compartes la misma opinión sobre algún asunto de la empresa, que no tiene razón… para un segundo, ponte la camiseta y escucha, pues igual si le escuchas con curiosidad y verdadera atención te sorprendes descubriendo que estáis más cerca de lo que inicialmente pensabas.

  • Incluso, cuando algún desconocido se acerque a tí con ganas de hablar y tú estés a punto de preguntarte ¿de donde habrá salido éste individuo dispuesto a contar su vida a un desconocido?… Sé generoso, ofrécele un poco de tu tiempo y atención, ponte la camiseta y escucha, pues igual aquel desconocido no tiene quien lo escuche.

Si lo haces, al final del día, cuando te quites la camiseta de la escucha, te podrás sentir plenamente satisfecho al haber conseguido que tus seres queridos y las personas escuchadas se sientan apreciadas y bien gracias a tí.

¿Se te ocurre mejor premio?

Hasta Victor Küppers nos da un buen consejo ¿quieres llevarte bien con alguien? Pues escucha…

Así que recuerda, que si quieres ser escuchado, siempre antes tienes que escuchar.

¿Te animas a vestirte de auténtica escucha?

Carmen Gil