Las buenas relaciones y la buena comunicación van de la mano”

Ferran Ramon-Cortés, experto en el desarrollo de habilidades de comunicación personal. Fundador y director del Instituto de comunicación 5 Fars. Formador y autor de varios libros sobre comunicación y relaciones personales.

De cerca… ¿qué descubrimos en Ferran Ramon-Cortés?

A un enamorado de la comunicación personal.

¿Cómo y cuándo llegó al mundo de la comunicación? ¿Por alguna experiencia personal?

Llegué por necesidad. Yo estudié en Esade. Estaba en una empresa y me dí cuenta que las cosas no me iban bien. Concretamente no me iban bien las relaciones con las personas. Un día, el director general me dijo “Trabajas muy bien, pero personalmente no te va a ir bien en la vida, porque tratas a las personas con agresividad.” Se lo agradezco, me ayudó a que lo viera.

Supo escuchar y fue su suerte…

Sí. Decidí que debía hacer algo. Busqué ayuda profesional y mi maestro fue Oriol Pujol Borotau, especialista en comportamiento humano. Un ser extraordinario. Un proceso que fue para mí todo un aprendizaje.

¿Qué habilidad descubrió en su persona?

Precisamente mi empatía. Todos la tenemos.

Pues no siempre la encontramos en nuestras relaciones…

La empatía podemos ignorarla o taparla, pero está en nuestra naturaleza. Se debe a las neuronas espejo, y debo decir que tienen más neuronas espejo las mujeres que los hombres. Tienen más empatía.

Los demás son nuestro reflejo.

¿En qué concretamente nos reflejamos en los demás ?

Lo que odiamos en los otros, suele ser lo que que odiamos de nosotros. Por eso, cuando hablo de mis experiencias, cuento lo que me ha ocurrido, en una situación u otra. Nuestros problemas los distinguimos mejor cuando los vemos en los demás.

Si nos comunicaramos bien ¿qué podríamos conseguir?

Casi todo. Piense que las malas relaciones están directamente relacionadas, sin excepción, con la mala comunicación. Lo que discutimos no es el problema, es la actitud, lo que no decimos con las palabras, pero sí con el tono o los gestos.

En sus libros y ponencias cuenta sus experiencias personales ¿La historia personal comunica más?

Comunica mejor. Lo que hago es hablar de una experiencia e intento que la gente la sienta y descubra que, lo que me pasa a mí, lo comparten muchas personas.

¿Predica con su ejemplo?

Es abrirse a contar. Mostrar a la gente que se puede hablar de aquello que duele. Legitimas el contar. Le acompañas en lo que le ocurre.

Contó lo que le ocurrió cuando murió su padre.

Sí, porque en aquel momento me dí cuenta que no había expresado mis sentimientos a mi padre. Y lo cuento para que a nadie se le olvide expresarlos. No se lo pido. Sólo lo comparto.

¿Es seguro compartirlo en la sociedad del éxito?

La seguridad personal tiene que ver con tu seguridad en compartir los dos aspectos, los buenos y los malos. Lo que funciona y lo que no funciona. Otra cosa son las relaciones .

Y sobre relaciones ¿hay alguno de sus libros del que se sienta especialmente orgulloso?

Diría “La isla de los 5 faros”. Fue el primero, mi punto de partida.

¿Puede darnos alguna receta mágica para tener buenas relaciones personales?

Agradecer. También adelantarse que significa “pienso en tí”. Otro ingrediente importante sería abordar los cafés pendientes, dar espacio y buscar la ocasión para comunicar y abordar esos temas pendientes.

¿Tiene algún café pendiente?

Tengo muchos, como todos. Las relaciones sin cafés pendientes son falsas.

¿Y si el otro no quiere el café?

En las relaciones “no querer” es “no poder”. No puedo porque no estoy preparado para eso, o porque tengo miedo o no sé que decir…”

¿Cómo se prepara el camino para el encuentro?

Con insistencia. Hay que pensar que la situación de rechazo es provisional.

¿Y si la insistencia no sirve?

Buscar la oportunidad. Somos torpes mirando. Somos ejecutivos. Todo lo quiero hoy. Los conflictos hay que bailarlos. Quieren movimientos armoniosos.

Dígame otro ingrediente imprescindible en las relaciones personales.

Estar presente en la adversidad. La adversidad es un “recuento” de amigos. El que no está, no está entre ellos. Sólo los que están, son los que cuentan en tu vida.

¿Y las palabras mágicas para el encuentro?

Gracias, lo siento, no pasa nada.

A la disculpa siempre le sobra el “pero”: perdón, pero… Hay que aprender a no poner el “pero”… Es imprescindible.

¿Por qué nos cuesta tanto pedir perdón?

Porque creemos que le damos el poder al otro. Y no es así. Es justo lo contrario.

¿Los conflictos surgen de los problemas?

Pocas veces. Siempre asociamos los confictos a problemas reales, pero la discrepancia no es mala, no tiene por que causar un conflicto. Lo que inicia el conflicto es la manera en la que expresamos nuestra discrepancia. Cómo lo decimos, verbal y corporalmente.

Y no hablarse, ni siquiera mirarse, es la consecuencia…

Y más cosas. La distancia más larga entre dos personas es herir. Genera una distancia monstruosa. El mal entendido puede ser pasajero. Sin embargo, si el mal entendido hiere, se queda dentro de la persona. En cambio, cuando no se produce este dolor, el mal entendido se aclara y no pasa nada.

¿En pareja cómo podemos comunicarnos mejor?

En pareja es también la manera de hablarnos, más que el mensaje, la que rige nuestro destino. El problema es el verbo “ser”. Si ponemos el verbo “ser” en el otro, pasamos a juzgar: “Eres un pesado, eres incapaz de…” “ Eres el culpable de…” . Sin embargo, si empleamos el “estar” no pasa nada: “ Estás distraído con…” ”Hoy estás un poco…”

¿Cómo tomar las decisiones para que sean efectivas?

Pues el mismo tiempo que emplees para tomar la decisión, lo empleas en pensar cómo la vas a explicar. En las empresas sucede que, en los consejos de dirección, no piensan en el modo de comunicar las decisiones que afectan a muchas personas y eso genera incomprensión y resta eficacia.

Y si queremos comunicar bien, no debemos olvidar…

La diversidad. Somos personas con debilidades y estilos diferentes, y lo mismo no sirve para todo el mundo. Y sobre todo, debemos saber que, al final, comunicamos lo que sentimos. Si no estamos conectados con lo que sentimos, no sabemos lo que comunicamos y directamente no comunicamos nada.

Y escuchar. ¿Qué escuchamos del otro?

Escuchamos lo que conocemos, con los juicios y prejuicios de nuestras creencias, que es un filtro de escucha. Lo que coincide con “la etiqueta” es a lo que hacemos caso.

¿Y si la etiqueta me dice que me no me gusta nada el otro?

Pues vigila, préstale atención, porque lo que te molesta de los otros es lo que tú no tienes resuelto. Es el espejo. Piensa que tenemos muchos medios para aprender. Por ejemplo, en la crítica que te afecta, ahí tienes al maestro.

Para darnos cuenta de todo eso ¿qué nos falta?

Nos falta entender que la crítica es un regalo. Nos va al sistema límbico, nos toca y saltamos. Nos falta poner serenidad y gestionar la emoción. La capacidad de parar las cosas, mirarlas y darles sentido. No debemos sufrir el secuestro de la emoción.

¿Este conocimiento le llevó a crear los modelos “Bridge” y “Sikhonna” que se emplean para diagnosticar y relacionarse mejor en las empresas?

Hacemos que cada uno vea donde se sitúa en la empresa, y esto es mágico. A veces en la diagnosis detectas que hay grupitos, y eso hunde empresas. O por el contrario, hay otros que dicen a todo que sí pero luego no hay compromiso. A veces, el empresario descubre que de sus treinta empleados, sólo siete van a la cena de navidad. O también temas relacionales. Aprender a hablarnos distinto. También se aprende a cambiar el conflicto, por simple incomprensión. No sentirte atacado, como por ejemplo cuando un jefe grita mucho, se puede decir que: “Mi jefe no me grita, mi jefe grita al hablar”. No consigues que te guste que el jefe grite al hablar, pero ya no sientes que te afecta. Ya no es algo personal.

¿Comunicar bien es el secreto, tal y como escribe en “más amistades y menos likes“?

Las redes es un medio de comunicación muy específico de determinadas edades, pero que juega con el anonimato. Esta posición lleva a algunos a poder decir barbaridades. A insultar impunemente. Lo peor es que ésto está divirtiendo. Se ha legitimado el insulto y el ataque.

Además del anonimato que permite el insulto ¿que más debemos gestionar urgentemente?

Las adicciones. Se permite el acceso a menores al contenido de adultos. Por ejemplo, en el juego. Hay muchas adicciones al juego desde edades muy tempranas, y existen mecanismos que no se utilizan, como por ejemplo algo tan sencillo como sería abrir cualquier red con un D.N.I.

¿Y los videojuegos?

Los videojuegos que se basan en supremacía y en ganar, fomentando comportamientos de bulling. Hay videojuegos on line en los que puedes comprar vidas pagando. Pide hora en un centro sanitario que trate las adicciones en las redes y verás como están completamente colapsados.

¿Y qué propone el especialista en comunicación?

Ordenarlo. Un menor no debería poder abrir una cuenta en determinadas redes. Hay mecanismos para evitar que eso ocurra. Estamos deteniendo al que vende drogas, y no podemos parar al que está vendiendo vidas en un videojuego. Un juego cuya finalidad es matar ¿no es incitación al odio?

Donde hay relación, ¿tarde o temprano habrá conflicto?

Posiblemente, de un modo u otro. Al conflicto no hay que temerlo, hay que abordarlo. Si tenemos un nivel de convivencia genuino, habremos de lidiar con el conflicto, abordándolo.

¿Qué opina de la mediación como sistema de resolución de conflictos?

No entiendo su poca presencia. Es increíble la falta de cultura en mediación.

Incluso, a veces, se confunde con una habilidad de los líderes y no es así. La cercanía de las relaciones con el líder impide que éste pueda mediar en los conflictos de la empresa. La mediación es la gran incomprendida.

¿Y qué propone?

Pedagogía. Empezar en las escuelas. Se han de saltar dos generaciones. Tiene que impregnarse la mediación como sistema de resolución de conflictos en la sociedad. Y hay que separarla de la concepción de liderazgo. Los líderes han de entender que la mediación es un sistema externo que requiere imparcialidad y neutralidad, cosa que nunca puede tener el líder de un equipo. Nunca es la mediación una herramienta del liderazgo.

Cuánto por aprender… ¿De quién aprendió usted? ¿Quién fue su referente?

Sin duda, Oriol Pujol Borotau, porque practicaba lo que predicaba. Súper respetuoso, muy empático y valiente. Te decía lo que tenías que oir, sin dudarlo, aunque no te gustara. Sabía hacerlo. Un arte. Fue mi maestro y mentor.

Dígame alguna observación de su mentor que le marcara especialmente.

Lo que resistes persiste. Solo lo que aceptas te trasforma” y así fue.

Y así es para todos.

¿A quién necesita tener muy cerca Ferran Ramon-Cortés?.

A los míos, mi familia, mis hijos, mi pareja.

¿Y lejos?

No soy naíf, pero no necesito tener a nadie lejos. Si hoy no puede ser, el día que queramos, lo solucionamos y nos acercamos.

Y por último ¿qué palabra imprescindible me regalaría para una buena comunicación?

Son dos palabras: “Te quiero”.

Quizás sea tener una idea catastrófica o realista de la vida, pero no hay garantía de que mañana podamos enmendar lo que hoy no hicimos. Por eso no olvides comunicarlo

Nunca dejemos un “te quiero” sin decir.

Carmen Gil & Mª Eugenia Pons