Las soluciones se construyen, no se imponen”

 José Medina Padial, Abogado, Decano del Colegio de Abogados de Granollers, y recientemente nombrado Vicepresidente del Consejo General de la Abogacía Catalana, donde también ostenta el cargo de Presidente de la comisión de Mediación, nos habla desde la persona, que encarna a este profesional luchador e incansable, que apuesta por escuchar a todos y modernizar la abogacía, desde una visión más profesional, humana y pacífica de intervención en los conflictos de las personas.

 

De cerca ¿qué es lo primero que descubrimos en José Medina?

Entusiasmo, alegría…

Decano, Presidente de comité mediación del Consejo …y vicepresidente del Consejo de la abogacía, ¿con qué se queda?

Abogado, y primero de todo, persona

Como Abogado, dígame un caso que le haya marcado

El que me enseñó que todos merecemos una defensa. Una vez, hace muchos años, defendí a un hombre en un caso de agresión sexual a una menor, y al acabar el juicio los familiares de la víctima me insultaban. Fue difícil, pero nunca hay que perder el principio básico del derecho de defensa. Todo el mundo tiene derecho a la defensa.

Y de los errores, aprendió…

Que puedes cometer más. Que tienes que estar muy preparado y la formación es indispensable, para el éxito profesional.

Los abogados contamos historias de éxito ¿cuál es su historia favorita?

Fue un caso de un drogodependiente que le acusaron de 8 delitos de robo con intimidación. Conseguí que no fuera a prisión y siguiera un programa de rehabilitación. Lo vi años después con familia y absolutamente reinsertado. ¡La rehabilitación es posible!

¿Para qué Decano?

Para mejorar la profesión.

¿En qué la ha mejorado?

¡He participado muchos cambios! Conseguimos que haya muchos compañeros con trabajo gracias al colegio, la profesionalización. La mejora del servicio de orientación jurídica de 13 plazas a 22 plazas y en plena crisis. También la mejora con el cambio de sede del Colegio. Ampliar la oferta formativa. Convertir el colegio en una ayuda. Y todo en solo 6 años …

¿Qué le han enseñado estos años?

A escuchar a todos.

Escuchó al Rey cuando tuvo un encuentro con él en el año 2013 ¿Qué le dijo el entonces Príncipe?

Sobre todo, hablamos de la justicia, de la necesidad de mejorar la justicia y que “la justicia debía ser para todos igual” en un estado de Derecho.

No siempre lo parece, visto lo visto

Pero hay que perseguirlo, es nuestra garantía.

Garantía de …

Avance. Porque a pesar de todo lo que ocurre, nuestra sociedad avanza. Lo que no me gusta es que nos lleven a la confrontación con la excusa del avance.

¿Qué ha trasformado en usted el ser Decano?

Me ha hecho ser más persona, más próximo a los compañeros, y sobre todo más humilde: te das cuenta de que te puedes equivocar y valoras sus consecuencias.

Siente que en su colectivo “Aman sus manos porque trabajan por la justicia”, como diría Benedetti…

Sí, sobre todo cuando incluso aquellos compañeros que no me apoyaron en la elección consideran positivas las mejoras que desde la Junta se están realizando, reconociendo que de hecho estos cambios no buscan otro fin que de mejorar la justicia desde la propia abogacía.

¿Qué puede ofrecer el abogado a esta sociedad para que sea más justa?

El abogado debe dar a conocer al cliente todas las posibilidades de resolución incluidos los métodos pacíficos, y alternativos al Judicial. Cuantos más métodos alternativos tengamos, más posibilidades de resolver pacíficamente.

Lamento decirle que no se ofrecen…

No como nos gustaría. Si se explicaran como alternativas eficaces, el cliente “nunca” elegiría el pleito.

Entonces ¿qué es urgente arreglar en la abogacía?

Entre otras, la formación obligatoria continua para todos los abogados. Y no será así, hasta que las instituciones asuman que sin formación continua , estamos haciendo un flaco favor a la sociedad.

¿Qué otras necesidades?

La formación en habilidades de comunicación y liderazgo, en desarrollo de inteligencia emocional y social, y por supuesto en la correspondiente al conocimiento de todas las novedades legislativas que son muchas y que precisan una formación continuada.

¿Cuál cree que debería ser el rol del abogado en la sociedad actual?

El del abogado que busca las soluciones que implique una menor angustia en los clientes. Pero debo reconocer que todavía se pone en primer lugar el pleitear.

¿Confiamos más en las resoluciones judiciales que en intentar buscar una solución acordada?

A veces nos falta tiempo para dedicarse a buscar el entendimiento, aun siendo conscientes que la incertidumbre de la resolución judicial es bastante peor.

¿Y hacia donde deberá crecer la oferta de la abogacía?

Hacia una oferta de mediación, abogacía colaborativa, arbitraje …cuantos más sistemas alternativos, mejor.

¿Y de qué se habla cuando se habla de mediación?

De un nuevo mecanismo pacificador poco conocido, y socialmente aún poco atractivo hasta que las personas lo descubren, entonces cambian completamente. Hay que darlo a conocer.

¿Qué lugar ocupa la mediación en la Abogacía española y catalana?

Lamentablemente poca. Podría decirse que hay más conciencia en la catalana, a pesar de que la incidencia es aún poca.

¿Para esto aceptó ser presidente de la comisión de mediación del consejo de la abogacía catalana?

Creo mucho en la mediación, y creo que es un buen momento para impulsarla.

¿Qué es lo que está impidiendo que la mediación sea una alternativa real?

Que los abogados aun no creen en ella.

¿Qué diría que es lo más eficaz de la mediación?

Se reducirían al mínimo los incumplimientos de las resoluciones. Cuando una solución viene impuesta es fácil saltársela. Cuando la persona participa en buscar la solución de su conflicto, se compromete en el acuerdo y lo cumple.

¿Dónde piensa que la mediación es imprescindible?

En todo. En los conflictos de familia seguro, pero debo decir que en el ámbito penal aún más.

¿Mediar con delincuentes?

Para la reparación del daño. La importancia del perdón. La oportunidad a través de la mediación del pedir perdón y perdonar. Cuántas veces este perdón podría aliviar la angustia a la víctima.

¿Y en los procesos de familia?

El enfrentamiento judicial rompe definitivamente las relaciones. Las resoluciones judiciales no pueden cubrir las necesidades de la familia. Este es un derecho en el que las partes deben “facilitar o construir” las soluciones. No un Juez.

Si sabemos que la mediación es tan necesaria, deme pistas de lo que se debe hacer para introducirla en el sistema

No es cuestión de mayor formación de profesionales mediadores, lo que ocurre es que la abogacía aún está absolutamente judicializada. Para el abogado, la mediación aun es un obstáculo fácil de saltar. Pero trabajamos para difundirla y para que cada día este más presente en la vida de las personas.

Y José Medina, ¿qué le pide a la vida?

La felicidad de los míos y de todas las personas.

De cerca, ¿con quién le gustaría estar?

Con mi padre. Falleció hace 5 años. Un hombre hecho a sí mismo. Exigente y profesional. De pequeño le acompañaba muchas veces en su trabajo. Recuerdo su mirada de orgullo cuando gane las elecciones de Decano. Siempre lo sentí muy próximo a mí.

De lejos ¿a quién?

Los insolidarios, destruyen las sociedades.

¿Qué objeto llevaría a una isla desierta?

Soy social. Me llevaría a alguien. Amo a las personas sobre todas las cosas. Si solo fuera un objeto un móvil para hablar y comunicarme, mientras tuviera batería.

¿Cuál quiere que sea su legado?

El de alguien cercano que ha ayudado a las personas y ha contribuido a mejorar la profesión.

Y por último, me admira su colección de soldados de plomo que ocupa una pared de su despacho ¿Cómo encaja en su visión pacifista de los conflictos?

Disfruto con la narrativa histórica. Aprendes mucho de los conflictos bélicos. Toda guerra termina siempre con un acuerdo entre las partes y este se cumple si todas las partes participan en él. Las soluciones se construyen, no se imponen.